Imagina que vas caminando plácidamente por uno de tus lugares favoritos. Todo transcurre en armonía. La suave brisa acaricia tu cara. El canto de los pájaros es música para tus oídos. Y ese paisaje tan soleado ilumina tu camino.
De repente algo se transforma. El sol desaparece. La suave brisa se convierte en tormenta. Y los pájaros cantarines se afanan por buscar refugio, dejándote sin melodía.
¿Seguirías caminando o renunciarías al paseo?
Muy buena forma de verlo.