¿Qué pasaría si pudieras controlar tus pensamientos?. Elegir en qué pensar en cada instante. Nuestros pensamientos crean nuestras acciones y nuestras acciones dicen mucho de lo que somos.
En ciertos momentos del día somos invadidos por ciertas cavilaciones poco halagüeñas. Pensamientos molestos o dolorosos, apabullantes y manidos. Instantes en los que sin darnos cuenta, nos adentramos en el mundo de nuestros patrones, nuestros por qués, nuestros miedos, nuestras incertidumbres y demás perturbadores de estado. Y no podemos pararlos. ¿Cómo nos cambiaría la vida si sí pudiéramos hacerlo?. Controlarlos con nuestro mando interno. Tan fácil como pulsar un botón.
El hecho de querer cambiar algo, es el primer paso para hacerlo. El primer impulso, el motivador de acciones. Y tú que estás leyendo esto, estás en esa primera fase. Te aconsejo humildemente que no la abandones, que continúes con el proceso. De ti depende el cambio.
El tener claras las cosas de lo que se quiere cambiar. El saber que se quiere hacer algo porque esto producirá un cambio inmediato en nuestro yo. Y el tener la total seguridad de que todo irá bien, son suficientes razones para producir esa transformación.
No es tan fácil ordenar nuestros pensamientos y casarlos con nuestras emociones. Cuántas veces hemos actuado en contra a nuestras intenciones o mostrando nuestro peor reflejo?. Es una ardua labor, gestionar óptimamente todo lo que pensamos, aveces. Y tú eso ya lo has logrado. Porque quieres cambiar tu pensamiento. Enhorabuena.
Y entonces, después de saber que quieres cambiar, ¿cual será el siguiente paso?. ¿Y el siguiente?...
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